El yoga es una de las disciplinas que está tomando más relevancia en nuestra sociedad. Proliferan los encuentros masivos de practicantes de yoga, cada vez más gimnasios ofrecen actividades de “cuerpo y mente” y, de un tiempo a esta parte, vemos como también asoma tímidamente la cabeza en el ámbito del trabajo.
El pasado junio leíamos en el periódico ABC que la India había convertido la práctica del yoga en disciplina obligatoria para la policía del país. No es raro teniendo en cuenta que la India es la cuna de esta práctica milenaria; lo que a los occidentales nos puede resultar chocante no tiene por qué serlo al otro lado del mundo: recordemos, por ejemplo, a los chinos haciendo “tai-chi” antes de incorporarse a su puesto de trabajo, algo impensable en nuestra sociedad. Según se desprendía de este artículo el yoga se iba a considerar “prioritario y se practicaría durante los servicios activos como las guardias en frontera o en patrullas en zonas con presencia en guerrilla”. El yoga “es un regalo de incalculable valor de las tradiciones antiguas de India y es responsabilidad de todos preservarlo adoptándolo como parte de la actividad diaria” declaraba el cuerpo de policía.
Pero ¿Cómo se podía exportar la práctica del yoga a nuestro país? ¿Realmente es un modelo que podemos aprovechar en las empresas occidentales?
Movidos por la curiosidad nos hemos puesto en contacto con una empresa que lleva desde 2008 ofreciendo esta posibilidad a diferentes tipos de organizaciones y parece ser que se trata del complemento perfecto para el modelo de empresa saludable que tanto buscamos últimamente.
Barcelona Yoga es pionera en este tipo de disciplinas. Ubicada en en barrio de Poble Nou de Barcelona, ofrece muchos servicios a las empresas mediante un portal de welness job, Relax at Work, donde se da una gestión integral al cliente: “el yoga y el pilates son nuestros “productos” estrella, pero también tenemos fitness, aerobic, zumba, sh bam. Nos atrevemos con todo, desde la organización de una jornada sobre cocina saludable en la que se lleva a los empleados a comprar productos de mercado para organizar un taller de cocina vegetariana, hasta salidas a la montaña en familia, risoterapia o viajes en globo” nos cuenta Carmen.
Respecto al perfil más habitual que atienden “la empresa más grande es la que pide más servicios como clases regulares, organizaciones de eventos, conferencias. En este caso es el departamento de RRHH quien nos busca. Pero también hay muchas PYMES en que son los empleados los que se organizan. A veces es la empresa la que paga los cursos, total o parcialmente, pero últimamente trabajamos con empleados que se financian ellos mismos las clases. Hay empresas que no disponen de sala de reuniones suficientemente grande y vienen al estudio”. Por lo que respecta a la edad, lo habitual es que la franja comprendida entre los 25 y los 50 y son mayoritariamente chicas, pero ni en la edad ni en el sexo hay ninguna regla fija”.
Y ¿Cuál es el servicio más solicitado, el “producto estrella” de Barcelona Yoga?, “las empresas se decantan mayoritariamente por las clases regulares de yoga en su propio centro (antes del inicio de la jornada, en la pausa al mediodía o después de trabajar), pero también tiene éxito el formato taller, un servicio de unas tres horas en que se trabaja con la gestión del estrés laboral. Se pueden organizar en una o varias jornadas y tienen mucho que ver con la salud emocional”; por lo que se ve, cada empresa es un mundo y en Barcelona Yoga se adaptan como un guante a lo que cada uno de los clientes requiere en cada momento.
En cuanto a los beneficios, los hay a todos los niveles: “para muchas personas, el yoga es sobre todo una práctica física para mejorar la salud. Es una disciplina que ofrece resultados casi inmediatos para el alivio del dolor de espalda, cabeza… Otras personas encuentran también una técnica interesantísima en el ámbito de la salud emocional, para gestionar el estrés, la ansiedad o la depresión. Para otros practicantes, supone un aumento de la energía y de la vitalidad. En cualquier caso, el yoga trabaja a muchos niveles y cada persona encuentra lo que en ese momento está capacitada para recibir. Así que para otros es un total descubrimiento que permite integrar un camino más profundo de búsqueda personal, y por qué no, espiritual”.
Es normal por tanto que tanto empresas como empleados queden encantados con el servicio “al tratarse de algo relativamente nuevo en España supone todo un descubrimiento y una reinvención del espacio laboral. Mejora muchísimo la imagen corporativa y la opinión que los empleados tienen sobre el lugar donde trabajan, que pasa de ser un lugar hostil a un ambiente en el que se puede cuidar la salud y relacionarse con los compañeros de forma relajada y auténtica.”
En resumen, podemos ver con la experiencia de Yoga Barcelona que la exportación del modelo que veíamos en la India es posible siempre que el servicio se adapte a las características de las empresas y sus hábitos de trabajo, y cuando se aplica este tipo de disciplinas el beneficio, como siempre en estos casos, es doble: para los empleados, porque valoran muy positiva que la empresa vele por su bienestar; y para la empresa, que ve mejorados los resultados gracias a la mejora de las condiciones laborales de sus empleados. Está claro que es tiempo de empresa saludable y nos toca construirlo entre todos.
Fuente: http://prevenblog.com/
Esta publicación fue mencionada sin realizarle modificaciones, indicando su fuente. Está hecha con fines académicos y de difusión del tema. Esperamos no ocasionar incomodidades por mencionar esta publicación en nuestro blog. De ser necesario será retirada.
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